Solo uno de los misiles —un proyectil de mortero- ha caído en territorio israelí, a un kilómetro de la frontera con Gaza, en la zona de Kissufim, y no ha causado ni heridos ni daños materiales.
Las sirenas de alerta no han sonado antes de que cayeran los misiles.
Responsables de seguridad dijeron a la Radio del Ejército israelí que los otros dos proyectiles cayeron dentro de Gaza, pero no indicaron si causaron algún daño.
Según informaciones de los servicios de seguridad, se cree que los cohetes los ha disparado un grupo palestino no conectado con Hamás.
Los últimos proyectiles lanzados contra Israel han sido disparados por pequeños grupos salafistas, algunos seguidores del Estado Islámico (EI), que se opone a Hamás.
El último lo dispararon el 2 de agosto y tampoco causó víctimas ni daños.
Desde el 26 de agosto del 2014 hay una tregua entre Israel y Hamás que los principales grupos palestinos han respetado y solo ha sido violada por estos grupos salafistas minoritarios.