El 13 de agosto de 2014 la aeronave Cessna 560 XXL se estrelló en Santos, en el Estado de São Paulo, matando a Campos y a otras seis personas, pero hasta ahora no están claros los motivos y es probable que los el informe que prepara el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (Cenipa) haga mención a "causas indeterminadas", según ha publicado la prensa brasileña.
En declaraciones a Sputnik Novosti, el presidente del PSB, Carlos Siqueira, ha pedido "agilidad" a la policía y al Cenipa, recordando que la tesis más extendida es que hubo un fallo en el sistema que estabiliza la aeronave en posición horizontal, algo que nunca se podrá saber a ciencia cierta porque no se encontraron las cajas negras y el sistema que graba a los pilotos no registró los minutos previos al accidente.
En cualquier caso Siqueira ha subrayado la pérdida que la muerte de Campos supuso no solo para el partido, sino para el conjunto de Brasil: "Era un líder muy prometedor. Si estuviera vivo ahora estaríamos enfrentándonos a todas las dificultades que han creado las irresponsabilidades del Gobierno con alguien con un capital político", ha dicho el líder del partido.
Tras la tragedia los socialistas colocaron a toda prisa como sustituta a la hasta entonces candidata a vicepresidenta, Marina Silva, que en un principio consiguió muy buenos resultados en las encuestas y hasta hizo sombra a la candidata del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, aunque poco a poco fue perdiendo fuelle y no llegó a pasar al segundo turno.
"Aquello fue algo provisional, ahora mantenemos con ella una relación civilizada (…) Marina tiene una visión bastante diferente, [que ella fuera la candidata] fue circunstancial", confiesa Siqueira, que asume que al partido le está costando encontrar a un líder tras la muerte de Campos, un personaje carismático y muy conocido en el noreste de Brasil por haber sido Gobernador del Estado de Pernambuco.
Entre los nombres que suenan está la ex ministra de Cultura y ex alcaldesa de São Paulo, Marta Suplicy, que tras haber renegado del Partido de los Trabajadores (PT) ha llamado a la puerta tanto del PSB como del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB).
Pero Siqueira apunta que aún falta mucho para las elecciones presidenciales de 2018 y que por ahora están concentrados en las "buenas expectativas" que tienen para las municipales de 2016, donde esperan contar con 15 candidaturas fuertes en capitales; la principal de ellas la que con toda probabilidad liderará el ex futbolista Romario en Río de Janeiro.
La otra prioridad de los socialistas, apunta Siqueira, es hacer frente a la crisis política que atraviesa al país y de la que culpa a la presidenta: "Ella ya no tiene capital político para salir de la crisis. Ha perdido legitimidad en los últimos meses", explica.
Sin embargo, reconoce que un "impeachment" solo podría darse si se demuestra que hubo un delito de responsabilidad y por ahora no es el caso; si finalmente eso se demostrara el PSB, que cuenta con 34 diputados en la Cámara, votaría a favor de apartar a la presidenta.
