El Ejército israelí anunció este miércoles que Allan solo sería liberado si los médicos demostraban que el prisionero había sufrido daños irreparables.
Los facultativos han indicado que la situación de Allan había experimentado en las últimas horas un deterioro considerable, aunque está noche calificaron su estado de "estable" dentro de una extrema gravedad.
La decisión del Supremo significa "congelar" su situación hasta que Allan recupere la consciencia y sea capaz de comunicarse con su abogado, puesto que en las últimas horas no tenía fuerzas ni hablaba de manera ordenada. Solo entonces, dice el Supremo, Allan podrá comunicar al Supremo si desea ser trasladado a otro hospital.
Amid Allan, hermano de Mohamad, ha declarado esta noche que tan pronto como el huelguista se recupere solicitará ser trasladado a un hospital de la ciudad palestina de Nablús, en la Cisjordania ocupada.
Según algunos expertos legales, el Supremo ha decidido esta "solución salomónica y transitoria" con la intención de lavarse las manos en el caso de que el estado del prisionero se deteriore de manera irreversible, o incluso en el caso de muera.
Según el abogado Yamil Jatib, del centro Adalah, una ONG israelí que hace un seguimiento de los prisioneros palestinos, el Supremo se ha comportado de manera "cruel y vengativa" y tan solo ha promulgado su decisión cuando ha visto que Allan se encontraba en peligro de muerte.
Un examen que le han practicado médicos israelíes en las últimas horas muestra que el huelguista ha sufrido un daño neurológico irreversible como consecuencia de la carencia de vitaminas.
Mohamad Allan, un abogado de 34 años oriundo de un pequeño pueblo del norte de Cisjordania, ha estado en detención administrativa desde noviembre de 2014 con una orden de detención de seis meses que posteriormente se alargó.