"Incitan a derrocar el régimen político en nuestro país", declaró Kim en una rueda de prensa en Moscú.
Agregó que Seúl acusa a Pyongyang de ignorar los objetivos del desarrollo económico y afirma que solo se llevan a cabo las preparaciones para la guerra.
Con estos fines, según Kim, Corea de Sur utiliza una información "primitiva y falsificada".
Este sábado expira un ultimátum de Pyongyang para que Seúl termine su campaña de propaganda a través de los altavoces en la frontera común.
Corea del Sur, por su parte, rechazó desmantelar los altavoces y puso en alerta máxima a sus Fuerzas Armadas.
Seúl reanudó la semana pasada la llamada "guerra psicológica" a través de altavoces en la frontera intercoreana, tras once años de silencio, después de que dos militares surcoreanos fuesen mutilados por unas minas supuestamente colocadas por Pyongyang en la zona desmilitarizada.