"La incineración hoy de la mercancía confiscada viene a demostrar el compromiso total del Gobierno con la lucha contra el tráfico de marfil y el cumplimiento de las normas del derecho internacional en esta materia", declaró el primer ministro tailandés, el general Prayuth Chan-ocha.
El elefante es el símbolo nacional de Tailandia, enfatizó, y un animal que hoy día está amenazado "por culpa de la avaricia de los cazadores furtivos y traficantes de marfil".
Dos toneladas de colmillos de elefantes asiáticos y africanos incautados por aduaneros y policías a lo largo de varios años fueron triturados y quemados en una incineradora de basura tras una ceremonia especial celebrada en el recinto del Departamento de los Parques Nacionales y Naturales en Bangkok.
El marfil destruido se había usado como prueba material en varios casos de contrabando y caza furtiva investigados desde principios de los 2000.
Por otro lado, el Gobierno entregó a colegios, universidades y museos más de 500 kilogramos de marfil confiscado para su uso con fines educativos.