"Aunque queda todavía mucho trabajo por hacer, la firma de hoy nos ha permitido tener un marco legal, por lo que podemos avanzar juntos para poner en plena marcha" el proyecto, declaró Amano al término del acto.
El responsable del OIEA agradeció a Kazajistán y otros países donantes cuya "contribución hizo posible la creación del banco de LEU".
En un artículo que publica el diario oficial Kazajstanskaya Pravda, Amano destacó que el banco de LEU, que será controlado por el OIEA y gestionado por Kazajistán, reunirá todos los requisitos de seguridad.
"El banco respetará todas las normas aplicables de seguridad del OIEA y de sus documentos reguladores de seguridad física; además, se aplicarán las garantías del OIEA", escribió.
"Su existencia tampoco afectará el derecho del país receptor a establecer sus propias plantas de ciclo del combustible nuclear", insistió el jefe de la autoridad atómica.
A su vez, el jefe de la diplomacia kazaja confirmó que en el banco de LEU se podría almacenar uranio iraní.
"El banco de LEU en Kazajistán es uno de los posibles lugares para depositar material poco enriquecido de Irán", dijo en una rueda de prensa.
El ministro subrayó que el banco contribuirá considerablemente a reforzar la seguridad nuclear global.
Cualquier país miembro del OIEA que no tenga posibilidades de comprar esta sustancia en el mercado, podrá adquirirlo en el nuevo banco.
Para la puesta en marcha y el funcionamiento durante los primeros 10 años, el proyecto cuenta con una financiación de 150 millones de dólares aportada por la fundación Iniciativa contra la Amenaza Nuclear y países como EEUU, la UE, Kuwait, Emiratos Árabes, Noruega y el propio Kazajistán, que se ofreció para acoger el banco en 2009.
Con anterioridad, el presidente del Comité de Vigilancia Nuclear kazajo, Timur Zhantikin, informó que el banco de LEU comenzaría a recibir material en 2017.