El plan de Petraeus, si se pone en marcha, puede resultar muy controvertido: EEUU declaró la guerra a Al Qaeda después del 11S y ahora, pasados 14 años, la idea de colaborar con su filial siria es "tóxica, casi imposible de implementar y muy arriesgada", en opinión de los funcionarios entrevistados por The Daily Beast.
Además, el Frente al Nusra fue designado como organización terrorista por la administración de Obama en 2012 y colaborar con él para Washington es también ilegal.
Sin embargo, Petraeus tiene una considerable influencia sobre dirigentes y congresistas estadounidenses y también sobre líderes extranjeros. El hecho de que se atreva a hacer semejantes declaraciones delata, según The Daily Beast, lo tenue de la estrategia de Obama para vencer al EI.
El propio exjefe de la CIA rehusó explicar cómo se propone distinguir a los 'moderados' en Al Nusra de los extremistas.
"Es un reconocimiento de que el plan de EEUU para degradar y destruir al EI no funciona", dijo a The Daily Beast Christopher Harmer, analista del Proyecto para la Seguridad del Oriente Medio del Instituto de Estudios de la Guerra en Washington. "Desde el punto de vista estratégico, es desesperado", apuntó.
En 2007, EEUU persuadió a las milicias suníes de abandonar Al Qaeda y cooperar con el Ejército estadounidense, una estrategia que funcionó al menos por algún tiempo, antes de que Al Qaeda en Irak se convirtiese en el Estado Islámico y declarase guerra a su propio grupo matriz.
Siendo director de la CIA en 2011, cuando estalló la guerra civil en Siria, Petraeus, junto con la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton y el también entonces secretario de Defensa, Leon Panneta, propuso presuntamente a la administración de Obama que cooperara con las fuerzas de la oposición siria moderada.
La Casa Blanca no hizo caso y desde entonces muchos de esos grupos moderados se aliaron con los yihadistas, como el Frente al Nusra, mejor armados y estratégicamente aptos.
Las fuerzas que Petraeus propone alistar ahora y que antes sí podían considerarse aliados potenciales contra el presidente sirio Bashar Asad, ahora "se habrán ido demasiado lejos", según The Daily Beast.
Más aún, concluye, ahora casi no hay grupos capaces de contrarrestar al EI sobre el terreno, por lo menos sin la ayuda de EEUU.