"A pesar de lo que dijo Francisco, no creo que las mujeres católicas vayan a hacer fila para pedir la absolución", dijo en un comunicado el presidente de la organización estadounidense Catholics for Choice, Jon O´Brien, parte de una red internacional de feminismo católico conocida en América Latina como Católicas por el Derecho a Decidir.
"Las mujeres católicas saben que pueden, con la conciencia tranquila, discrepar con la jerarquía y aun así ser católicas de buena fe", agregó.
Este martes, Francisco publicó una carta en la que concede a los sacerdotes la facultad de perdonar, durante el año del Jubileo, a las mujeres que hayan interrumpido su embarazo.
El año del Jubileo se extiende del 8 de diciembre de 2015 hasta el 1 de septiembre de 2016.
O"Brien valora que Francisco, a diferencia de sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI, "está tratando de zanjar el abismo entre lo que dice la jerarquía eclesiástica y lo que los fieles realmente hacen de sus vidas".
Pero la "estrechez" de su concesión, vigente solo por el año del Jubileo, "sugiere que todavía hay un punto ciego en cuanto a las mujeres y a lo que ellas quieren".
Para la Iglesia Católica el aborto es un pecado grave que se castiga con la excomunión.
Por otro lado, en Argentina, tierra natal de Francisco, el arzobispo de la ciudad de La Plata (60 kilómetros al sur de Buenos Aires), Héctor Aguer, aseguró que la Iglesia "siempre perdonó los abortos" y que la facultad otorgada por el Papa "ya existía, no es algo nuevo".
"Que el hecho de perdonar ese pecado sea reservado significa que la Iglesia le da mucha importancia a la vida humana desde el comienzo", añadió.
Mientras, la dirigente de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, Cristina Zurutuza, saludó el anuncio de Francisco y dijo a Radio El Mundo que la interrupción del embarazo "no tiene que seguir asociada con la muerte", en declaraciones citadas por el portal ARG Noticias.
Francisco cuestionó en su carta a quienes "viven el drama del aborto con una consciencia superficial", llamó a los sacerdotes a prepararse "para esta gran tarea", en la que tendrán que "conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido".
En anteriores ocasiones, el Papa se había manifestado a favor de que la Iglesia aceptara entre sus fieles a los homosexuales y a las personas divorciadas que hubieran vuelto a contraer matrimonio.
