El mapa creado abarca hasta ahora solo dos calles, pero los autores del proyecto planean continuar el trabajo.
Las imágenes se toman con una cámara situada a unos 20 centímetros sobre el suelo, desde una perspectiva gatuna.
"Hemos decidido concentrarnos en los gatos que lo saben todo de la ciudad, incluidos sus traspatios", refirió un responsable del turismo de Onomichi.
Como emblema del proyecto se eligió la gata Lala, de ojos verdes, mascota del dueño de un salón de belleza de esta ciudad de unos 140.000 habitantes.
No es la primera vez que los japoneses dirigen sus miradas a los gatos para promocionar el turismo y los viajes.
En 2007, como jefa de una estación ferroviaria amenazada por el cierre en la provincia de Wakayama fue designada la gata Tama, lo que no tardó en surtir efecto, el volumen de pasajeros aumentó un 20 por ciento.
Tama siguió ocupando este puesto hasta su muerte en 2015.