"Los primeros cazas T-50 se deben incorporar al arsenal en 2016. Ni bien lo hagan serán puestos a pruebas en todos los ejercicios militares", señaló Bóndarev.
El nuevo caza con tecnologías furtivas, capaz de desarrollar velocidades de hasta 2.100 km/h y con una autonomía de vuelo de 5.500 kilómetros, deberá sustituir a los MiG-29 y Su-27 en el arsenal de la Fuerza Aérea rusa.