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Conductores paraguayos se crucifican para protestar

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Un total de 23 chóferes y una mujer, en huelga desde el primero de julio frente al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, se crucificaron con clavos reales atravesándoles las manos, para protestar por el despido de 51 trabajadores de la línea de transporte, que fueron cesanteados por formar un sindicato.

Un total de 23 chóferes y una mujer, en huelga desde el primero de julio frente al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, se crucificaron con clavos reales atravesándoles las manos, para protestar por el despido de 51 trabajadores de la línea de transporte, que fueron cesanteados por formar un sindicato. 

Miguel Garcete, Secretario General del sindicato, de 30 años y padre de tres niños, fue al hospital cuando iba a nacer su cuarto bebé, pero le dijeron que no tenía cobertura, porque su patrón, el diputado liberal Celso Maldonado, no había pagado las cuotas, según el sitio Paraguay.com. El bebé murió, y el 22 de junio se formó el sindicato. 

Los trabajadores dieron aviso a la empresa y al Ministerio de Trabajo, pero dos días después, los 51 que se suscribieron al sindicato fueron despedidos. 

El primero de julio empezó la protesta. Norma Bogado, de 28 años, esposa de Marcos Deudal, de 34, decidió crucificarse para acompañar a su esposo. 

“Añenota kurusure che avei”, “Me acostaré en la cruz yo también”- le explicó a su hija de 12 años, según reseña Paraguay.com. “Quisieron un sindicato para tener 8 horas de trabajo, porque yo no dormía cuando él trabajaba 16, 17 horas. Venía a la media noche semi dormido, manejando”, dice la madre de Marcos.

Las autoridades han hecho caso omiso a los crucificados. Celso Maldonado, el dueño de la línea 30, es diputado por el Partido Liberal Radical Autentico (PLRA), su esposa y sus hijas son funcionarias públicas y es propietario varias líneas de transporte.

Ramón Abalos, secretario general de la Central Nacional de Trabajadores de Paraguay (CNT), dijo a Sputnik Nóvosti desde Asunción, que “es lamentable lo que esta sucediendo con los compañeros crucificados, a raíz de la permeabilidad que existe en el cumplimiento de las leyes laborales. Por eso muchos compañeros optan por crucificarse como una salida extrema, para llamar la atención sobre la situación de los trabajadores del transporte”.

“Tenemos un sistema de transporte que ha colapsado y se ha llevado a la deriva los derechos de los trabajadores. Tenemos una comisión interinstitucional de transporte, que fue creada hace veinte años, después de una gran huelga general de trabajadores del transporte, a fin de que velen por las leyes laborales y allí se consiguió la figura del chófer cobrador. Pero los patrones son amigos y compadres de los políticos, los policías, los militares, que siempre les evitan los controles, porque son amigos de fulano de tal, y muchas veces, la patronal prefiere pagar la multa para seguir con sus fechorías”.

Pero no solo los choferes se crucifican. Seis ex trabajadores de la represa Itaipú (la segunda más grande del mundo, que comparten Brasil y Paraguay) y la esposa de uno de ellos, se clavaron a una cruz desde fines de junio exigiendo el pago de lo que se les debe desde hace muchos años, beneficios que cobraron los trabajadores brasileños, pero no los paraguayos. 

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