La cadena estadounidense entrevistó al excapitán Dan Quinn después de que el diario The New York Times y la cadena Fox News denunciaran una supuesta connivencia del Ejército estadounidense desplegado en Afganistán con abusos sexuales a menores de edad practicados por militares y policías afganos.
“Quinn dice que él y (el sargento primero Charles) Martland fueron separados de sus funciones poco después (de intervenir en un episodio de abuso contra un menor afgano y su madre). Quinn abandonó el Ejército y Martland está actualmente separado del Ejército contra su voluntad”, sostuvo CNN.
El artículo agrega que para los soldados de EEUU en Afganistán “el abuso de niños es exasperantemente difícil de detener, sobre todo cuando lo llevan a cabo comandantes afganos aliados de las fuerzas estadounidenses”.
Las publicaciones de The New York Times y Fox News del domingo y el lunes respectivamente revelaron que las tropas estadounidenses en territorio afgano supuestamente fueron obligadas a ignorar tales abusos a niños locales por parte de soldados afganos.
El artículo de Fox News relató el caso del sargento primero Martland durante su segunda misión en Afganistán en 2011. El soldado, investigado por empujar a un policía afgano acusado de violar a un niño y de golpear a su madre cuando ella denunció el incidente, ahora “atrajo el interés del Congreso”.
El rotativo The New York Times expuso la historia de Gregory Buckley, un soldado fallecido en 2012, quien había contado a su padre por teléfono antes de morir que “por la noche los podemos oír gritar, pero no nos permiten hacer nada al respecto".
El artículo alega que el rampante abuso sexual infantil ha sido un problema en Afganistán durante mucho tiempo, en particular entre los jefes militares que dominan una gran parte de la zona rural y que pueden intimidar a la población.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo el lunes que EEUU está "profundamente preocupado" por la seguridad de los niños afganos, cuando se le preguntó por estas denuncias. Sin embargo, refirió al Pentágono las preguntas sobre la política del Departamento de Defensa.
Por su parte, el Pentágono aseguró que nunca ha tenido políticas para que los militares desplegados en el extranjero “ignoren abusos de derechos humanos”.