Ikea, que tenía previsto inaugurar hoy el complejo, afirma que no ha recibido ningún comunicado oficial, pero que decidió por su cuenta anular el acto para poder rematar las obras que todavía estaban pendientes.
Una página web cercana al régimen de Rabat señaló que el veto al proyecto fue decidido en "represalia" contra el Gobierno sueco.
El secretario general del Partido del Progreso y el Socialismo (PPS), Nabil Benabdallah, anunció recientemente, según recoge la prensa marroquí, de un proyecto de ley de Estocolmo para reconocer a la RASD, lo que convertiría a Suecia en el primer país europeo en hacerlo.
Hace unos meses el director de marketing de Ikea afirmaba que "los marroquíes pronto tendrán acceso a muebles de diseño y artículos de decoración a precios muy asequibles".
Medios marroquíes informaron que la apertura de Ikea, una instalación de 27.000 metros cuadrados y con una inversión de 40 millones de euros, crearía 3.000 empleos directos.
La franquicia había contratado ya a 300 personas en esta primera etapa.