En los informes de los investigadores figuraba la posibilidad de que el jugador del Barça pudiese ser acusado del delito de blanqueo y de un delito fiscal por los beneficios obtenidos en los partidos amistosos organizados por su fundación en 2012 y 2013, que siguen bajo investigación.
En cuanto al posible delito fiscal, es decir, si no se declararon las ganancias de los partidos, la Fiscalía pide que se investigue desde Barcelona, dado que es el lugar de residencia del futbolista, pero no afirma ni niega que existiese algún delito.
Ante este revuelo, los abogados del delantero azulgrana han publicado un comunicado destacando que ni el jugador, ni su familia, ni la fundación "han sido parte de procedimiento penal alguno relacionado con dichos partidos amistosos".
"Ni Messi ni su padre, que ya declararon como testigos, recibieron ningún importe por la organización de tales partidos, siendo la totalidad de los ingresos (…) gestionados por terceras personas ajenas al jugador", señala el comunicado.