El legislador dijo no ver que Bolivia “necesite de Norteamérica (EEUU)”, si bien reconoció que la política externa de su país está en manos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Los vínculos entre los dos Gobiernos se rompieron en 2008, cuando el presidente boliviano Evo Morales expulsó al entonces embajador estadounidense Philip Goldberg.
Revelaciones de la semana pasada podrían poner esos intentos de normalización en el congelador.
Un libro donde se analizan las filtraciones de Wikileaks sobre las relaciones de Washington con Gobiernos de América Latina sostiene que EEUU habría dedicado recursos financieros y políticos a apoyar a sectores opositores a Morales e incluso a un movimiento separatista en el oriente del país.
Para Huaraya las denuncias de Wikileaks no son novedad.
“Estados Unidos siempre ha tratado de desestabilizar la democracia en los diferentes países de la región”, dijo el legislador.
Mientras, las revelaciones de los documentos de Wikileaks dieron pie a que el ministro de la Presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, confirmaba el inicio de una investigación y la legación estadounidense en La Paz negaba cualquier participación en actividades desestabilizadoras y en presuntos planes de magnicidio.
El doctor en relaciones internacionales Franco Gamboa dijo a Sputnik Nóvosti que a medida que “pasa el tiempo, se desestiman las posibilidades de restablecer las relaciones diplomáticas”.
El experto no consideró prudente dar “demasiada credibilidad” a los documentos de Wikileaks y subrayó que los vínculos bilaterales están en “punto muerto” desde 2008.
En su opinión, La Paz busca demostrar que no necesita de Washington, razón por la “tampoco tendría un acercamiento inmediato” porque “en la perspectiva de Morales y su diplomacia, EEUU está en segundo plano”.
La actitud es recíproca, estimó Gamboa, y una prueba de ello fue la respuesta del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, cuando lo interrogaron el lunes en Santiago sobre la demanda marítima boliviana: “desconozco su contenido”, respondió el alto funcionario.