Siria está sumergida en un conflicto interno desde hace más de cuatro años. Las fuerzas gubernamentales están luchando contra varias facciones de la oposición, así como numerosos grupos extremistas, entre ellos el Estado Islámico y Frente al Nusra, vinculado con Al Qaeda.
El Congreso de EEUU aprobó a fines del 2014 un programa de 500 millones de dólares para entrenar y equipar a los llamados rebeldes sirios moderados para luchar contra los grupos terroristas en el país árabe.
El objetivo de Washington era formar a unos 5.400 combatientes para luchar en Siria a finales de este año.
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En septiembre el Pentágono admitió que solo cuatro o cinco de los primeros 54 rebeldes sirios entrenados por EEUU continúan combatiendo al EI en ese país árabe. Además, reconoció que había perdido el contacto con la mayoría de esos combatientes, en cuyo entrenamiento y equipamiento Washington gastó más de 40 millones de dólares.