Los técnicos "evaluarán materias como la situación de la oferta y la demanda, los pronósticos de mercado, la acumulación de inventarios en los grandes consumidores y la extracción de crudos no convencionales en Norteamérica para proyectar los ajustes que puedan hacer los productores", dijo a Sputnik Nóvosti el especialista Kenneth Ramírez, docente de la Universidad Central de Venezuela.
"Pero las decisiones luego atenderán también a componentes políticos como los conflictos en Siria y Yemen, y al estrés financiero en los presupuestos de los Estados productores", agregó el experto.
Ese "estrés" en consecuencia de la merma en los ingresos de los productores al caer el precio este año a la mitad de su valor en 2014, al punto de que el gran productor, Arabia Saudí, ha debido emplear 73.000 millones de dólares de los aproximadamente 600.000 millones que mantenía colocados en fondos soberanos, recordó Ramírez.
Venezuela, con apoyo de Ecuador y en varias ocasiones de Argelia e Irán, ha abogado por recortar la oferta (la OPEP entrega un tercio de los 92 millones de barriles de 159 litros que consume el planeta), mientras que Arabia Saudí o México la han maximizado para doblegar la competencia del crudo de esquisto, no convencional, en Estados Unidos.
Las medidas que pueden adoptar los productores "no tienen qué ser una reducción lineal sino aplicar un torniquete a las ventas en el mercado spot (ocasional), a las que se hacen para la acumulación de reservas e inventarios, y las entregas a intermediarios que no están asociados a las refinerías", indicó a Sputnik Nóvosti otro especialista, David Paravisini, catedrático de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
Sin embargo, junto con los aspectos económicos juegan los políticos "manifestados en el conflicto de Siria, pues dos de los actores regionales contrapuestos allí, Rusia y Arabia Saudí, son precisamente los mayores exportadores mundiales de crudo y sin su acuerdo no es posible ninguna acción colectiva para apuntalar el mercado", señaló Ramírez.
Finalmente, los estudios de los técnicos en Viena se contrastarían con el "estrés financiero", que ha afectado a productores fuera del Golfo árabo-persa como Argelia, Nigeria, Ecuador o Venezuela, e incluso los ingresos de los príncipes saudíes.
Como anfitriona de la reunión en Viena fungirá la OPEP, integrada por Angola, Arabia Saudí, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Libia, Iraq, Irán, Nigeria, Qatar y Venezuela, y entre los productores No-OPEP participarán México y Rusia.