Los agentes españoles confirman en la nota que la red estaba formada por personas de nacionalidad china y pakistaní y utilizaban España como país de tránsito, trasladando a las personas con las que traficaban a pisos patera en Cataluña a la espera de la documentación falsificada.
Cuatro de los detenidos han sido acusados de pertenencia a organización criminal, falsedad documental y delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Esta organización criminal captaba a sus víctimas en China y les prometía llegar a cualquier país a cambio de una cantidad de dinero que variaba en función del destino solicitado y de los medios utilizados para llegar a él, señala la Policía.
"No pagar la cantidad pactada, una media de 20.000 euros, suponía la retención de la documentación verdadera de estos ciudadanos y la limitación de su libertad ambulatoria, llegando a amenazar a sus familiares. La cantidad señalada se abonaba en dos pagos, la mitad a la salida del país de origen y el resto al llegar al destino deseado", detallan los agentes españoles.
Los detenidos también mantenían vínculos con otras organizaciones similares asentadas en España y en otros países, llegando a funcionar como una macro organización criminal.