Previamente, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, indicó durante un encuentro con el mandatario sirio, Bashar Asad, que al menos 4.000 personas procedentes del espacio postsoviético luchan en Siria contra las tropas gubernamentales.
Kadírov indicó que las autoridades de Chechenia “toman todas las medidas para impedir el reclutamiento y el regreso a Chechenia de los que se habían marchado a Siria”.
“Hay que defender a nuestros jóvenes de la ideología extremista y terrorista en internet”, mencionó el líder de la república caucásica.
El Estado Islámico, que podría tener en sus filas entre 50.000 y 200.000 combatientes, es actualmente una de las mayores amenazas para la seguridad en Oriente Próximo y el mundo entero.
Los yihadistas controlan vastas zonas de Irak y Siria, con una superficie total de hasta 90.000 kilómetros cuadrados y pretenden extender su influencia en el norte de África, particularmente en Libia.