El jefe de la diplomacia de EEUU, que se reunió por separado con Abdalá de Jordania y Abás, les transmitió la intención de Israel de respetar el acuerdo por el que solo los musulmanes pueden rezar en el recinto de la Explanada, que los fieles del Islam llaman Noble Santuario y los judíos, Monte del Templo.
En la Explanada se encuentra la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes, y los judíos sitúan allí a sus dos templos bíblicos destruidos.
Los no musulmanes pueden visitar el complejo pero no orar allí. En el tratado de paz suscrito con Jordania en 1994, Israel reconoció la custodia jordana de los lugares sagrados musulmanes y cristianos de Jerusalén Este, que Israel arrebató a los jordanos y ocupó en la Guerra de los Seis Días de 1967.
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Uno de los detonantes del incremento de la violencia en las últimas semanas en Palestina e Israel ha sido la situación en la Explanada de las Mezquitas, donde la policía israelí ha irrumpido en diversas ocasiones y se han producido graves disturbios a raíz de visitas de grupos judíos, durante festividades judías, que comportaron fuertes restricciones para los fieles musulmanes.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) acusa al primer ministro israelí, Binjamín Netanyahu, de querer cambiar los acuerdos establecidos respecto a la Explanada y así se lo transmitió Abás a Kerry.
Antes del año 2000, los no musulmanes entraban en la Explanada bajo el control del Waqf. No obstante, los israelís cambiaron las normas y ahora visitan el lugar tras recibir permisos de las autoridades israelís o tras pasar el control israelí y, en los casos en que lo consideran necesario, bajo la protección de la policía israelí.
Abás indicó a Kerry que Israel tiene que acabar con "los ataques de colonos" y "las ejecuciones" de palestinos si quiere acabar con la ola de violencia.