El embajador norteamericano ante la ONU, Ronald Godard, fundamentó el rechazo a la resolución propuesta por La Habana. Indicó que el texto de la misma "dista mucho de reflejar los pasos que se han adoptado y el espíritu de compromiso" que emergió hace diez meses, cuando Barack Obama y Raúl Castro anunciaron la reapertura de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Mientras, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, confesó sentirse "decepcionado" con el voto del país norteamericano. Afirmó que "como el bloqueo contra Cuba es un acto totalmente unilateral, debe ser levantado unilateralmente". El diplomático denunció que el Congreso norteamericano "no ha aprobado todavía ninguna enmienda ni legislación dirigida a eliminar" el embargo.
Para Emilio Ichikawa, experto en temas cubanos, La Habana no posee instrumentos para "influir en el Congreso", razón por la cual se requerirá bastante tiempo para conseguir la derogación de la medida que "no se alinea con las tendencias actuales del mundo".
A la vez, Ichikawa se mostró convencido de que el levantamiento del embargo es "inevitable" y va a suceder "por el movimiento económico". Y es que el bloqueo perjudica seriamente a los intereses estadounidenses, sobre todo económicos.