En concreto, 13 trabajadores de la mina de hierro y otros 15 vecinos del distrito de Bento Rodrigues continúan sin poder ser localizados por los drones y helicópteros de los bomberos de Minas Gerais, una labor de extrema dificultad debido a que la avalancha de lodo logró expandirse valle abajo hasta 100 kilómetros del lugar del accidente arrasando en su camino un mínimo de 128 viviendas.
Entretanto, al menos 557 personas se encontrarían desalojadas de sus viviendas y repartidas en los hospedajes de la región, mientras que Defensa Civil recomendó a todas las personas que estuvieron en contacto con el lodo que tomasen un baño y eliminasen la ropa manchada, ya que al incluir residuos de mineración (mercurio, etc…) el barro es extremadamente tóxico.
A pesar de los datos contradictorias de las últimas 48 horas, en los que se llegó a informar de 8 muertos, únicamente una víctima ha podido ser confirmada por el momento ya que el resto de cuerpos no han sido recuperados y se sospecha que podrían haber sido arrastrados decenas de kilómetros por la corriente de lodo, lo cual podría demorar su rescate por semanas.
Todavía se desconocen los motivos que llevaron a la ruptura de la primera represa, sin embargo, el director de operaciones de Samarco, Kléber Terra, explicó que el muro de la represa se encontraba siendo reformado y ampliado, por tanto, un fallo en el proceso de las obras parece haber sido el causante de la primera ruptura que rápidamente provocó el colapso de la segunda represa.
Por último, el alcalde Duarte advirtió que "el accidente fue gravísimo y trajo enormes pérdidas a Mariana" y que "por más que la empresa esté aportando su parte, lo cual es más que una obligación, en el momento adecuado exigiremos que asuman responsabilidades", para concluir "actuaremos con todo el rigor para que nadie quede sin reparación, entendemos que quienes no tuvieron ninguna culpa del accidente fueron quienes vivían en el lugar".
