"DPIC estima que hay al menos 300 veteranos en el corredor de la muerte, lo que representa alrededor de 10 por ciento" de los sentenciados al máximo castigo, explicó el organismo en un comunicado de prensa.
El DPIC presentó estos datos en su página web en el marco del Día de los Veteranos, que se celebra este miércoles en EEUU, para generar conciencia sobre los problemas que afrontan muchos estadounidenses que han participado en conflictos bélicos.
"Más de un millón de veteranos han regresado de las guerras en Vietnam, Afganistán y Medio Oriente con síntomas de Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)", y si bien la mayoría logran tener vidas normales, para un número significativo "sus heridas mentales contribuyeron a cometer actos de violencia" por los que han sido condenados a la pena capital, expone el informe del DPIC.
Según el estudio, 80 por ciento de los veteranos de la Guerra de Vietnam (1964-1975) presentaron síntomas de TEPT durante 20 y 25 años después de haber regresado a EEUU.
Mientras, más de 300.000 exmilitares que participaron en los conflictos en Afganistán a partir de 2001 y en Irak en 2003, así como unos 175.000 de los que fueron enviados a la primera Guerra del Golfo en 1991, han sufrido enfermedades como cáncer de cerebro y otros problemas mentales.
Aún así, el estado de Georgia (sudeste) ejecutó a Brannan acusado de haber asesinado a un policía cuando fue detenido en un control de tráfico.
Si bien el DPIC reconoce que la gran mayoría de los veteranos de guerra se reinsertan en la sociedad estadounidense, el informe busca llamar la atención del "sistema de justicia y del público en general" sobre el trato a los veteranos, sobre todo quienes sufren TEPT y otros problemas de salud mental.
