En medio del revuelo, una mujer se echó bajo las ruedas de un camión, forzando a la policía a cortar el tráfico durante varias horas.
Poco después, decenas de activistas se tumbaron en la calzada, haciéndose los muertos, en una fría interpretación del impacto que las bombas y misiles de los Tornados de la RAF causarán en la población civil siria, según denunciaron los manifestantes.
La concentración fue convocada por el colectivo Stop the War (Parad la Guerra), que ha intensificado las movilizaciones callejeras en los últimos días.
El líder del partido Respect y candidato a la alcaldía de Londres, George Galloway, subió al estrado improvisado en la plaza y cargó el groso de su denuncia sobre diputados laboristas que ya han declarado su apoyo a la moción del primer ministro, David Cameron.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, los nacionalistas del Partido Nacional Escosés (SNP en inglés) y el Partido Verde rechazan extender la acción militar contra los yihadistas desde Irak a Siria.
Al menos dos parlamentarias opuestas a los ataques aéreos, la laborista Dianne Abott y la independentista escocesa, Mhairi Black, se unieron a la masiva y ruidosa manifestación frente al parlamento de Westminster.
Cameron tiene asegurada la victoria desde que el líder laborista, Jeremy Corbyn, aceptó conceder libertad de voto a sus diputados.
Pero el margen de la mayoría gubernamental a favor de los ataques contra el EI en Siria puede reducirse por debajo del largo centenar de escaños que el Ejecutivo conservador confiaba obtener hace solo unos días.