Israel buscó la ayuda de Alemania para que convenciera a sus socios de la UE de que rechazaran poner en práctica el etiquetado de productos originarios de los territorios palestinos de Cisjordania y Jerusalén este y de los Altos del Golán, tierra siria ocupada por Israel.
Pero un portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel, aclaró al diario israelí "The Jerusalem Post" que la posición de Berlín sobre este tema es la que ya señaló el ministerio de Exteriores.
"El etiquetado no tiene nada que ver con una marca de advertencia para estigmatizar, como muchos lo han presentado. Lo que quiere Bruselas es solamente una designación clara del origen de los productos", afirmó el portavoz de Merkel.
El esclarecimiento de la postura alemana representa un golpe para el Gobierno israelí, que confiaba en que Berlín se opondría a aplicar la medida. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habló de esta cuestión con el presidente alemán, Joachim Gauck, al que recibió ayer en Jerusalén.