"Es prematuro hablar de la central Akkuyu, no creo que los rusos renuncien a ella tan fácilmente", dijo en una entrevista a la agencia Anadolu.
Kurtulmus agregó que Turquía "no depende de un solo país en lo relativo a las tecnologías para la construcción de la central, ni tampoco en el comercio".
"En muchos países hay empresas capaces de satisfacer nuestra demanda", señaló.
El proyecto Akkuyu, la primera planta nuclear turca, incluye cuatro reactores de 1.200 MW cada uno que producirán 35 billones de kWh anuales, en total el coste del proyecto es de unos 20.000 millones de dólares.
Las relaciones ruso-turcas atraviesan una crisis después de que un caza turco F-16 derribara en Siria un bombardero ruso Su-24, hecho que el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó como una "puñalada por la espalda".
Tras no haber recibido disculpas oficiales de Ankara, Moscú impuso una serie de restricciones económicas contra el país otomano, que pusieron en tela de juicio la realización de los proyectos como Akkuyu o el gasoducto Turk Stream.