El secreto de la materia consiste en fibras especiales, cubiertas de aleaciones para imanes.
El traje es refractario y resistente al frío y puede proteger en condiciones de calor de hasta 1.200 grados, al igual que en el frío extremo cuando las temperaturas llegan a 120 grados bajo cero.
"De momento concluyen trámites para patentar el material y esperamos que a finales de este año tras terminar las pruebas (de los trajes) entren en servicio de nuestras rescatistas en el Ártico", dijo el titular de la Cátedra de Metales no Ferrosos y Oro de MisiS, profesor, Vadim Tarásov.
Tarásov destacó que según algunos parámetros el invento ruso supera sus análogos extranjeros.
El grupo de especialistas necesitó cerca de cinco años para crear la tela del traje.