La pareja tendrá que devolver el dinero solo en caso de divorcio.
En caso de un desenlace infeliz, los separados deberán pagar a la compañía el préstamo más los intereses, mientras que las parejas que vivan toda la vida juntos, se liberarán del empeño.
La compañía emplea sus propios algoritmos analíticos para determinar a quién prestar el dinero.
En caso de tener problemas matrimoniales, los novios podrán acudir a un psicólogo también pagado por la startup de Seattle.
Por el momento SwanLuv tiene abierta la lista de espera para sus futuros clientes.
La startup empieza a funcionar dentro de 62 días, y aún no ha revelado más detalles, pero los usuarios de internet ya se muestran bien escépticos respecto a la iniciativa y comentan que los propietarios de la startup "tendrán que reclutar a modelos para destruir los matrimonios que participen en el proyecto".