"Los precios de la gasolina y el diésel para 2016 deben estar determinados bajo condiciones de mercado similares a las que operan en la nueva gasolinera de Pemex en Houston, Texas", dijo en un posicionamiento el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN, centroderecha) en la cámara alta.
Pero el anuncio desató una ola de críticas de los consumidores mexicanos, al conocer que Pemex vende la gasolina en EEUU a un precio equivalente de unos 8 pesos por litro, mientras el precio de la gasolina magna en México es de 13,5 pesos y subirá a 14 pesos por litro en enero de 2016, un 75 por ciento más cara que en Houston.
Candil de la calle
El Gobierno de Enrique Peña "se ha convertido en un comerciante abusivo y depredador de la economía, ya que importa gasolinas más baratas y nos las vende más caras", ha denunciado la oposición.
En cambio en México, hasta la fecha, las gasolineras son franquicias federales otorgadas a particulares únicamente bajo la firma de Pemex –fundada tras la nacionalización de 1938–, a pesar de que la reforma energética ha abierto la industria a la competencia tras casi ocho décadas de monopolio del Estado.
En 2016 los precios de las gasolinas "deben determinarse bajo condiciones de mercado similares a las que operan en la nueva gasolinera de Pemex en Houston, Texas", dice el pronunciamiento de la bancada opositora, tras la puesta en marcha este año de la apertura de México a la inversión privada e internacional en su industria petrolera.
México, décimo productor mundial de crudo (2,26 millones de barriles diarios), exporta alrededor de la mitad de su petróleo y ha sufrido millonarias pérdidas por el derrumbe de los precios; pero importa más de la mitad del consumo nacional de gasolinas a precios más baratos y los vende más caro.
De enero a octubre de 2015, la caída de los ingresos petroleros del Gobierno federal comparado con el mismo periodo del año pasado fue de más de 20.000 millones de dólares (371.300 millones de pesos).
Ese retroceso dramático del precio a lo largo del año a niveles de hace una década, causaría una disminución en todo 2015 de unos 25.000 millones de dólares (alrededor de 450.000 millones de pesos) estiman analistas petroleros
En los primeros 10 meses de 2015, la recaudación fiscal ha sido de unos 10.250 millones de dólares en impuestos a la gasolina al tipo de cambio actual (176.153 millones de pesos), lo cual multiplica por más de seis veces los ingresos programados para todo el año en el presupuesto federal.
La cesta mexicana de crudos siguió en picada en los mercados internacionales y cerró la semana pasada a 27,75 dólares por barril y esta semana podría sufrir nuevos descalabros, a tono con los mercados mundiales.