La ganadora del certamen es oriunda de la ciudad multiétnica de Kirkuk, escribe The Guardian.
El concurso cumplió con los estándares internacionales de la organización de este tipo de eventos. Probablemente, la única diferencia de Miss Irak consistió en la ausencia de un desfile en bikinis.
Las candidatas expusieron ante el jurado sus proyectos benéficos y la ganadora prometió utilizar su popularidad para fomentar la educación en el país.