"La actual política fiscal proactiva debe ser más rigurosa… la contenida política monetaria debe ser más flexible, para crear las correspondientes condiciones monetarias que permitan las reformas estructurales del año venidero", reza el documento final de la Conferencia.
Este evento, que concluyó este lunes en Pekín, es una reunión anual en la que los dirigentes chinos debaten los resultados económicos del año en curso y determinan los nuevos planes para el año siguiente.
La declaración final de la Conferencia señala que la economía del país tiene un enorme potencial y suficiente espacio para continuar creciendo.
En tanto, las autoridades chinas admiten la existencia de problemas, siendo uno de los más graves el exceso de capacidad de producción.
Pekín estima que para lograr un crecimiento económico es necesario atender más a la calidad y a la eficacia, además de las reformas estructurales.
Anteriormente el presidente chino, Xi Jinping, declaró que el ritmo de crecimiento de la economía de China durante los próximos cinco años (2016-2020) no debe ser menor del 6,5 por ciento en su expresión anual, para lograr en 2020 la prevista duplicación del PBI respecto a 2010 y la duplicación de los ingresos de la población.
Según datos oficiales, el crecimiento del PIB de China en el tercer trimestre en comparación con el año anterior fue de un 6,9 por ciento, superando las expectativas del 6,8 por ciento.
El incremento de la economía del país continúa siendo el menor desde 2009, el desarrollo de la economía de China ha comenzado a ralentizarse paulatinamente durante los últimos años.
Esto ha despertado la inquietud de los expertos, aunque las autoridades chinas no comparten este pesimismo, calificando esta tendencia de "nueva norma", que presupone un desarrollo cualitativo, intenso, y no un rápido ritmo de crecimiento extensivo.