"La gran idea de una Gran Europa resultó frustrada, ya que sin relaciones normales, con igualdad de derechos y respeto entre los Estados es imposible una fuerte unión integradora", señaló Narishkin en un artículo publicado en el periódico ruso Izvestia.
"Pero todo esto solo es una consecuencia de problemas más profundos y errores cometidos anteriormente", aseguró.
En el artículo de su autoría, publicado en el rotativo ruso, Narishkin recordó los problemas corrientes de Europa, entre los cuales destacó el tema de la revisión del acuerdo Schengen, los logros de los partidos nacionalistas en las elecciones de Grecia, Francia y Polonia, y recordó el referendo en Dinamarca, en el que los euroescépticos lograron una victoria convincente, así como el referendo previsto en Gran Bretaña sobre la salida de este país de la UE.
Narishkin subrayó que no se debe olvidar "las pérdidas de crédito que han sufrido los líderes de la UE tras la crisis ucraniana".
"Todo eso ha conducido a que los políticos con otros puntos de vista ya le pisen los talones a los líderes de la UE y estén resquebrajando la unidad, solo planteando temas que resultan claros y comprensibles para la gente", concluyó el político ruso.