La violencia se disparó en octubre, especialmente en Jerusalén, pero después se concentró en la zona de Hebrón, en Cisjordania, territorio ocupado por Israel desde 1967.
Al menos 126 palestinos perdieron la vida —más de la mitad eran atacantes o presuntos atacantes- y 4.500 sufrieron heridas, la inmensa mayoría en protestas y enfrentamientos con las fuerzas israelíes.
El hartazgo de la población palestina por la ocupación israelí es la causa principal de la espiral de violencia.
Tema: Ola de violencia en Palestina e Israel
No obstante, uno de los detonantes, a partir de septiembre, fueron las numerosas visitas de ultranacionalistas judíos —por festividades judías- a la Explanada de las Mezquitas.
En este recinto se encuentra la mezquita de Al Aqsa, sagrada para los musulmanes, que llaman al lugar el Noble Santuario.
Para los judíos es el Monte del Templo porque allí sitúan los dos templos bíblicos destruidos y lo consideran el lugar más sagrado.
Los ataques palestinos continuados, especialmente en octubre, hicieron que algunos medios y analistas hablaran de tercera intifada.
Pero los propios palestinos y la mayoría de expertos niegan que lo sea.
Para tratarse de una intifada, tendría que estar organizada y no es el caso. Incluso Israel mantiene esta posición.
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El 2015 ha sido un año de total alejamiento de israelíes y palestinos respecto al proceso de paz.
No hay diálogo
El presidente palestino, Mahmud Abás, afirmó en la ONU, en septiembre, que los palestinos no se sienten más obligados a cumplir con los acuerdos de paz de Oslo firmados en 1993, ya que Israel los viola constantemente.
Netanyahu ganó las elecciones anticipadas del pasado marzo (celebradas dos años antes de lo previsto), contra pronóstico, con un discurso muy derechizado.
Llegó a decir que si él gobernaba no habría Estado palestino.
El actual es el cuatro gobierno que encabeza (el tercero consecutivo) y es el más derechista que ha tenido Israel.
Su principal fuerza de apoyo es La Casa Judía, partido de ultraderecha contrario al Estado palestino.
Varios analistas consideran que el actual ejecutivo israelí es "demasiado tolerante" con los jóvenes judíos extremistas y colonos que agreden a palestinos o destruyen sus propiedades.
El racismo hacia los árabes y los ataques a palestinos se han disparado.
Posteriormente murieron sus padres por las heridas sufridas, y su hermano, Ahmad, de cuatro años, sigue en el hospital.
A pesar de que las autoridades israelíes han arrestado a diversas personas en torno a estos asesinatos, ninguna ha sido imputada.
Entre los muertos palestinos de 2015 también hay gazatíes que perdieron la vida por disparos de soldados israelíes en protestas junto a la valla fronteriza que separa Gaza de Israel.
Cohetes sobre Israel y bombardeos de Gaza
En 2015, 21 proyectiles alcanzaron suelo israelí sin causar víctimas.
La mayoría de los disparos fueron reivindicados por grupos salafistas, pero Israel considera responsable al movimiento islamista palestino Hamás, que controla la franja.
Gaza, donde hace poco se reconstruyeron las primeras casas de las decenas de miles que destruyó la ofensiva israelí de 2014, sigue en manos de Hamás.
El 17 de junio, el gobierno de unidad creado el año anterior para hacerse cargo de Cisjordania y Gaza dimitió después de que Abás alegara que no podía operar en la franja por impedimento de Hamás.
El 1 de julio se anunció una reestructuración del ejecutivo, pero Hamás lo rechazó y pidió nuevas negociaciones.
La reconciliación entre Hamás y el movimiento Al Fatá, de Abás, sigue pendiente. Fatá controla Cisjordania y Hamás, Gaza.
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El proceso de paz entre israelíes y palestinos está estancado, 2015 ha sido un año más perdido para la paz y la situación en el terreno empeora. Netanyahu aseguró en su última visita a EEUU, en noviembre, que está a favor de un Estado palestino, pero siguió aprobando ampliaciones de asentamientos judíos en territorio palestino.
El primer ministro se declaró abierto a negociar con los palestinos mientras presionaba a Obama para que los 3.000 millones de dólares que EEUU destina cada año a Israel para mantener su seguridad suban a 5.000.
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El aumento sería una compensación por el acuerdo nuclear con Irán, avalado también por Europa.
Las relaciones entre la Unión Europea (UE) e Israel vivieron este año un nuevo episodio de tensión con la entrada en vigor de la norma para señalar en las etiquetas el origen de productos de colonias israelíes en territorios ocupados.
Israel puso el grito en el cielo y suspendió los contactos que mantenía con la UE respecto al conflicto con los palestinos.
