La deuda representa ya casi el 99,8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), por encima del objetivo para todo el año, que era del 98,7 por ciento, según la última actualización del Gobierno.
Desde el inicio de la crisis económica en España en 2008, la deuda de todas las administraciones públicas no ha dejado de crecer y así lo hizo también en 2015, pero las estimaciones del Gobierno es que empiece a reducirse a partir de 2016.
El Ministerio de Economía alega que el volumen actual de deuda se produce por el elevado déficit heredado, los mecanismos de ayuda a las comunidades autónomas, la recapitalización del sector financiero y la contribución española a los programas de rescate de Irlanda, Portugal y Grecia.