"Es una aberración aprobar una central en una zona donde hay fallas geológicas conocidas y activas, donde se pueden reportar movimientos sísmicos. No logramos entender cómo el comité de ministros ha ratificado una situación que, a lo menos, deja dudas en términos de seguridad", criticó Asun.
Los ministros de Medio Ambiente, Energía, Minería, Economía, Salud y Agricultura acordaron mantener la resolución de calificación ambiental favorable al proyecto después de rechazar 9 de los 11 recursos de reclamación presentados por particulares y diversas organizaciones, según un comunicado oficial.
Entre los recursos presentados, que hacían referencia a la hidrología, flora y fauna de ecosistemas terrestres y acuáticos, paisaje y turismo, el comité de ministros acogió parcialmente las reclamaciones relacionadas con fauna terrestre y riesgo.
"Entendemos que el comité lo ha evaluado de manera somera. Es una cuestión que va más allá del medio ambiente, ya que nadie aprobaría una represa en una falla geológica", insistió Asun.
El proyecto considera la construcción de dos presas en el río Cuervo que se ubicarían a 46 kilómetros de Puerto Aysén (sur).
Con una duración estimada de cinco años, las obras supondrían "la inundación de 13.000 hectáreas de bosque nativo, lo que afectaría a especies en peligro de extinción como la rana de Darwin", denunció Asun a esta agencia.
La capacidad instalada de generación sería de 640 megavatios para suministrar al Sistema Interconectado Central (SIC).
Greenpeace considera que esa cantidad es "muy limitada" para los estándares chilenos si se tiene en cuenta que "equivaldría a dos centrales geotérmicas que podrían instalarse perfectamente, dado que somos uno de los países con más actividad volcánica y sísmica del mundo", agregó.
Matías Asun aseguró que se desconoce cuándo comenzarán las obras pues "tampoco existe una fecha clara para aprobar el tendido eléctrico y, por tanto, no hay posibilidad de que se conecte a nada", aclaró.
La compañía encargada del proyecto es la australiana Energía Austral e implicaría una inversión de unos 733 millones de dólares.