Los expertos del FMI recomiendan a Alemania introducir excepciones "con carácter temporal" al recientemente introducido salario mínimo para facilitar la entrada de los refugiados al mercado laboral.
También recomienda a Austria y Alemania que las empresas reciban ventajas fiscales si contratan a trabajadores poco cualificados —como es el caso de la mayoría de refugiados procedentes de Siria, Irak, Afganistán y Eritrea- y aconseja a sus respectivos Gobiernos reducir, entre otros, la carga impositiva de los trabajadores al sistema sanitario.
Según los economistas del organismo, de este modo podría reducirse el período de inactividad de los refugiados desde el momento en que se aprueba su petición de asilo, en particular en sectores como la agricultura o la hostelería.
Con todo, el informe también registra los costes para los Estados que acojan un mayor número de refugiados.
La lista la encabeza Suecia, seguida de Austria, Finlandia y Alemania.
El documento también consigna que la productividad no registrará un aumento significativo, debido a la menor cualificación de la mayoría de los refugiados que llegan al continente, y que la entrada en el mercado laboral no hará aumentar la competencia entre trabajadores en aquellos empleos que exigen mayor cualificación.
El informe también advierte que la llegada masiva de refugiados podría provocar una crisis de la vivienda y un incremento de los precios en el sector inmobiliario en Suecia, Austria y Alemania.
Los economistas del FMI han realizado sus pronósticos a partir del cálculo que la cifra de demandantes de asilo permanecerá estable hasta el año 2017, con 800.000 peticiones de asilo anuales.