La decisión ha sido objeto de crítica por parte de los medios de comunicación, que la consideran discriminatoria.
Tras conocerse la prohibición, las autoridades municipales invitaron a los representantes del sector a una mesa redonda para encontrar una solución.
El alcalde de Friburgo, Dieter Salomon, del partido Los Verdes, ha reclamado una mayor presencia policial en declaraciones al Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Salomon señaló que los autores de las agresiones son "probablemente jóvenes procedentes de los Estados del Magreb" (Marruecos, Argelia o Túnez).
"Se trata de jóvenes que tienen un pasado violento en sus países de origen, que están dispuestos a pelear y armados", agregó al comentar que se trata de "una clientela difícil".
Anteriormente, la piscina municipal de Bornheim, en el Estado federado de Renania del Norte-Westfalia, prohibió la entrada en su recinto a los refugiados varones, aunque posteriormente levantó la prohibición.
La dirección de la piscina municipal tomó esta medida luego de recibir las quejas de varias usuarias y mujeres del personal que denunciaron el comportamiento y los intentos de agresión sexual de los refugiados.
Este tipo de episodios incrementa la presión sobre la canciller federal, Angela Merkel, por su política de asilo, en particular tras los incidentes en Colonia.
El 31 de diciembre de 2015, durante las celebraciones de Nochevieja ocurrieron múltiples casos de agresión sexual, hurtos, robos y al menos dos de violación a mujeres en Alemania, principalmente en el centro de Colonia, en torno a la estación central de trenes.
También se ha informado de incidentes en otras ciudades alemanas, entre ellas Berlín, Bielefeld, Düsseldorf, Fráncfort del Meno, Hamburgo y Stuttgart.
Varios de los sospechosos son de origen inmigrante y solicitantes de asilo, lo que ha provocado las críticas a la gestión de la crisis de los refugiados del Gobierno, y a los medios de comunicación, acusados de haber tratado de ignorar o encubrir los ataques.