El evento fue organizado por el Comité Nacional para la Colaboración Económica con los Países de América Latina (CN CEPLA).
En el marco de la reunión, Cuba expresó su interés por suministrar al mercado ruso sus productos biotecnológicos, algo que le ayudaría al país eslavo a intensificar la sustitución de importaciones agrícolas y fortalecer su sector veterinario.
Por su parte, Chile, que en los últimos años ha ido incrementando sus exportaciones agroalimentarias y pesqueras a Rusia, está dispuesto a abrir su mercado a productos rusos, en particular veterenarios, alimenticios y fertilizantes. El país sudamericano está dispuesto a ayudar a empresas rusas a "entrar muy fuerte en Chile", aseveró Pablo Barahona, agregado agrícola de la embajada de ese país en Moscú.
Propuestas similares llegan desde Bolivia, Colombia y México, algo que los círculos empresariales rusos ven con buenos ojos.
Los expertos constatan que la difícil coyuntura internacional impulsó la cooperación empresarial entre Rusia y América Latina, lo que confirma el viejo refrán que reza "no hay mal que por bien no venga".