El fiscal y las acusaciones califican los hechos como constitutivos de supuestos delitos de apropiación indebida y administración desleal.
La Fiscalía pide cuatro años y medio de cárcel para Rato y seis para Blesa, lo que convierte la causa en la que más acerca al exministro, que tiene otros dos juicios abiertos en la Audiencia, a la cárcel.
Estas tarjetas conocidas como "black", opacas al fisco, fueron usadas por los directivos y consejeros de la entidad, la mayoría representantes de partidos políticos y sindicatos, para gastos personales.
Rato gastó, por ejemplo, 3.547 euros en marzo de 2011 en "bebidas alcohólicas" o 2.169 euros en cinco noches de hotel.
El expresidente del FMI además sacaba el dinero del cajero con su tarjeta opaca.
Al menos 17.000 euros extraídos de 1.000 en 1.000 euros durante su presidencia de Bankia.
La entidad, que fue rescatada en 2012 con 23.000 millones de euros del Estado, concedió tarjetas en negro a 86 directivos.