Los fondos que entreguen los países “van a tener una especie de gobernanza, de gobernabilidad, ágil pero totalmente transparente; eso nos interesa muchísimo”, dijo Santos en el foro “Posconflicto: retos y oportunidades”, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington, y transmitido por el estatal Canal Institucional.
Desde noviembre de 2012, el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) vienen negociando en La Habana el fin del conflicto armado interno que vive este país desde hace más de 50 años.
Se espera que el 23 de marzo ambas partes firmen la paz definitiva.
Santos destacó que su Gobierno dará las garantías necesarias para que los donantes tengan la tranquilidad de que los recursos lleguen directamente a los beneficiarios.
“Así como el proceso de paz ha sido muy bien planeado, y cada paso ha sido tomado después de analizarlo bien, de medir cuáles son las consecuencias de una u otra alternativa… lo mismo queremos hacer con el llamado posconflicto”, sostuvo.
Ese es un lapso de tiempo “fatal”, ya que “no comienza el posconflicto y la gente se frustra”, explicó.
El mandatario señaló que la financiación del posconflicto provendrá del presupuesto nacional así como de fondos que se han creado para acopiar recursos internacionales.
“Ya tenemos un componente del presupuesto dedicado a actividades de posconflicto. Cerca de 4.000 millones de dólares ya le estamos invirtiendo. Solamente a la reparación a las víctimas… le estamos dedicando cerca de 3.000 millones de dólares al año”, explicó.
El jefe de Estado destacó que la contribución del BID en la construcción de estos fondos, cuya parte operativa estará lista en abril y se destinará a proyectos de desarrollo y agricultura sostenible, reforestación y preservación de cuencas.
El mandatario culminó el viernes una visita de tres días a Washington con ocasión del decimoquinto aniversario del Plan Colombia (ahora denominado Paz Colombia), un esquema de asistencia militar, antinarcóticos y contrainsurgente implementado por el Gobierno de EEUU y por el cual se canalizaron más de 10.000 millones de dólares.