Lo que ayuda a una cucaracha a mantenerse intacta es su exoesqueleto natural, muy flexible, que soporta una alta presión. En sus experimentos, los científicos usaron la especie Periplaneta americana y demostraron la capacidad de estos animales a través de robots y exoesqueletos.
Los resultados de los estudios fueron publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.