El ministro surcoreano de Exteriores, Yun Byung-se, apremió a su homólogo, Wang Yi, para que Pekín jugase un papel "responsable" para conseguir una resolución "concluyente" del Consejo de Seguridad de la ONU, según medios.
Wang recordó el objetivo común de la desnuclearización de la península y admitió que el último lanzamiento de un misil de larga distancia había incrementado la inseguridad en el Pacífico.
Yun también explicó a Wang la decisión de clausurar el complejo industrial conjunto de Kaesong, que definió como "difícil" pero necesaria para mostrar la voluntad de su país de cooperar con la ONU y la comunidad internacional.
Seúl, ante la creciente amenaza norcoreana, aceptó después de una década empezar a negociar el despliegue de un escudo antimisiles al que se oponen Rusia y China.
Yun pidió en Múnich reacciones más briosas para frenar la beligerancia de su vecino del norte.
"Es el momento de que la comunidad internacional muestre una tolerancia cero contra las desenfrenados provocaciones norcoreanas. Es tiempo de infligir un daño insoportable a Pyongyang para que tome las decisiones correctas, como ocurrió con Irán", afirmó.