La película animada de 15 minutos trata de dos amigos inseparables que viajan juntos al espacio abierto para convertir en realidad los sueños de su infancia.
A pesar de que faltan 16 días para la decisión del jurado de los Óscar, los críticos ya predicen el éxito del cortometraje ruso.
El columnista australiano Carlos Aguilar, del blog SydneysBuzz, llama al cortometraje ruso "una obra maestra de un mordisco" (bite-size, en inglés), conmovedora como entretenida.
"La película animada de Bronzit golpea las cuerdas de nuestros corazones hasta la última escena", comentó el bloguero.
Charlie Jao, del sitio web Mary Sue, también elogia la habilidad y experiencia del director, aunque agrega que la película le parece un poco discriminatoria.
"¡La animación es excelente! Me gustaron mucho los astronautas, y recomiendo a todos a ver el cortometraje. Aunque me parece un poco desmoralizador el hecho de que no haya ni una mujer o persona de color entre los científicos en la película. ¿Qué piensan?", comenta el experto.
El crítico Sergio Sánchez de la revista cultural "Amanece Metrópolis" presta particular atención a la parte musical de la película, la llama "una versión animada de 'Space Cowboys'" y la compara con los filmes del director ruso Tarkovski.
"No hay Frank Sinatra al final pero el hermoso tema de Valentin Vassenkov puede estar en un film de Eastwood o en una banda de Miyazaki, firmado por el propio Joe Hisaishi", añadió.
Inspirado por la película, el experto Joshua Rothman, de The New Yorker, llamó al director del cortometraje, Konstantin Bronzit, que vive en San Petersburgo, para hablarle sobre la cinta.
"Mi película no se trata del programa espacial. Es una cinta sobre la soledad, sobre los vínculos estrechos entre las personas y sobre nuestra incapacidad para vivir en la sociedad sin escapar a un área diferente o incluso a un ‘espacio abierto’, donde uno puede respirar profunda y libremente", declaró el mismo director a The New Yorker.
Rothman comenta que el cortometraje le hizo pensar en muchas cosas, empezando por el programa espacial norteamericano y terminando con la amistad. La atmósfera meditativa de la película explora las experiencias y sentimientos que a veces no tienen nombres. Vio el cortometraje una y otra vez, tratando de encontrar el momento de la película, en el que se expresa la contradicción entre los momentos íntimos de amistad y de un viaje solitario al vacío.
El cortometraje de Konstantin Bronzit recibió ya numerosos premios internacionales como mejor cortometraje de animación en EEUU, Europa, América Latina, Australia y Asia. El corto está nominado a los óscares junto con “Bear Story” de Gabriel Osorio y Pato Escala; “World of Tomorrow” de Don Hertzfeldt; “Prologue” de Richard Williams y Imogen Sutton y por último “Sanjay’s Super Team” de Sanjay Patel y Nicole Grindle.
No obstante, el mismo director no se atreve a asegurar si será galardonado o no con un Óscar.
"Es imposible saber de antemano una nominación. Esto es como un juego, como Cara o Cruz", dijo el director al periódico ruso Metro.