"Continuaremos trabajando para realizar las iniciativas pacíficas conjuntas, que se cumplen a duras penas pero no existe alternativa al diálogo internacional e interreligioso", indicó.
También subrayó que "el mundo no aguantará otras Libia, Yemen y Afganistán".
"Las consecuencias de tal guión serán una catástrofe para todo Oriente Próximo", anunció.
Medvédev expresó la disposición rusa de cooperar en el arreglo sirio y la esperanza en el logro del cese de fuego tras la conferencia de Múnich.
Desde marzo de 2011 Siria vive un conflicto armado en el que murieron más de 250.000 personas, según la ONU.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a distintos grupos terroristas, incluidos Daesh, autodenominado Estado Islámico, y el Frente al Nusra, vinculado con Al Qaeda, proscritos en Rusia y otros países.
El 30 de septiembre de 2015, a petición del presidente Asad, la aviación rusa lanzó una ofensiva aérea contra Daesh ante el avance del grupo terrorista pese a los bombardeos de EEUU y su coalición que empezaron sus ataques aéreos un año antes.
Las naciones occidentales afirman que Rusia bombardea también a la llamada oposición "moderada", lo que Moscú rechaza categóricamente.