El último ataque se produjo esta noche. Dos palestinos dispararon contra un grupo de policías de fronteras cerca de la puerta de Damasco, uno de los accesos más emblemáticos de la ciudad vieja de Jerusalén.
Tras el ataque, diversas patrullas policiales han registrado los alrededores en busca de un posible explosivo.
El primer incidente del día se produjo o cerca del acceso al asentamiento judío de Hinanit, cerca de la ciudad palestina de Jenín, en Cisjordania.
Según el Ejército, una patrulla militar se desplazó a la zona después de recibir una llamada que alertaba de que un grupo de jóvenes palestinos lanzaba piedras a vehículos de colonos, con matrícula israelí.
El ministerio de Sanidad palestino confirmó la muerte de los dos adolescentes y los identificó como Nidada Raed Mohamed Waked y Fuad Marwan Jaled Waked, los dos de 15 años y que según medios palestinos, eran primos.
Unas horas después, soldados israelís mataron a un adolescente palestino de 17 años que, según el Ejército, corría con un cuchillo en la mano hacia un soldado en el control militar de Mazmoria, cerca de la colonia judía de Har Homa, al sureste de Jerusalén.
En Hebrón, la ciudad más grande de Cisjordania, la policía de fronteras hirió de gravedad a una adolescente palestina de 14 años que presuntamente intentó acuchillar a un agente en un control cercano a la mezquita de Ibrahim y la Tumba de los Patriarcas, en el casco antiguo.
Testigos locales, no obstante, aseguraron que la niña, identificada como Yasmin Rashad al Zaru, cruzó el control 160 junto a su hermana, siguió caminando y tan solo a unos metros del control, la policía le disparó.
Desde que se intensificó la violencia a principios de octubre, han muerto 177 palestinos —la mayoría cuando cometían ataques o supuestamente lo intentaban- y 28 israelíes y otras tres personas de diferentes nacionalidades.
