Este 15 de febrero se cumplen cinco años del inicio de la Guerra Civil en Libia (2011-2016), apoyada por bombardeos occidentales, que condujo a la caída del gobierno de.
"Si algo nos ha quedado claro de la intervención occidental en Libia es que la Primavera Árabe no produjo una mayor libertad para los habitantes de este país ni supuso la instauración de un régimen democrático al estilo neoliberal", subrayó.
El politólogo añadió que "más bien ha servido como un factor de desestabilizacion del mundo islámico y caldo de cultivo para el desarrollo de organizaciones islamistas como Al Qaeda y Daesh (autodenominado Estado Islámico)".
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En su opinión, la existencia de grandes reservas de petróleo y la figura de resistencia de Muamar Gadafi tuvieron un papel determinante en la "intervención estratégica" de Occidente en Libia ya que una vez concluido su objetivo de eliminar las instituciones existentes "Libia fue abandonada a su suerte por estos países occidentales permitiendo la toma de control por las milicias y grupos islamistas".
Por último, el historiador precisó que resulta demasiado pronto para establecer el verdadero papel en la historia de Libia de Muamar Gadafi pero recalcó que "seguramente no será la imagen vendida por Occidente de un dictador sanguinario que consiguió unir las tribus de Libia bajo su puño de hierro sino algo mucho más relativo" y concluyó que "a veces, el supuesto remedio es igual de malo que la enfermedad".