"Para finales de marzo el número de observadores se elevará a 800, de acuerdo con el mandato, puede llegar a 1.000", dijo Hug al precisar que la presencia de los observadores se incrementará solo en la zona de conflicto.
Hug llegó este martes a la localidad de Záitsevo, en la provincia de Donetsk, bombardeada la noche anterior.
Ahora no hay bombardeos, constató al añadir que "es una prueba directa" de que los bandos en conflicto son capaces de cumplir la tregua.
"Si las partes quieren, podrán controlarlo", sostuvo.
La víspera, la OSCE informó de múltiples violaciones del armisticio en Donbás durante el pasado fin de semana.
Actualmente en la zona rige un alto el fuego pactado por el Grupo de Contacto Trilateral (Rusia, Ucrania y la OSCE) para poner fin a los enfrentamientos, sin embargo, ambos bandos del conflicto denuncian regularmente infracciones del régimen.