CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — "No se dejen excluir, no se dejen desvalorizar, no se dejen tratar como mercancía, Jesús nunca los invitaría a ser sicarios, nunca los mandaría a la muerte", dijo el jerarca católico, en la homilía de una misa ante decenas de miles de jóvenes en el Estadio Morelos.
Sin embargo, muchas veces ese valor es ignorado por los mismos jóvenes: "se vuelve difícil sentirse la riqueza de un país cuando estamos expuestos continuamente a la pérdida de amigos o de familiares en manos del narcotráfico, de las drogas, de las organizaciones criminales que siembran el terror", dijo Francisco al enfatizar su cruzada contra el poder de las mafias del crimen organizado.
Y recetó además una crítica que concierne a los gobernantes de México: "también es difícil sentirse la riqueza de una nación cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno, estudio y capacitación, cuando no hay reconocimiento de derechos y termina impulsándolos a situaciones límite", lamentó en su mensaje.
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Las tentaciones del dinero fácil fueron parte central de su prédica: "la principal amenaza a la esperanza es creerte que por tener un gran carro sos feliz, es creer que cuando te disfrazás de ropas de marca, del último grito de la moda, te volvés prestigio", dijo con inconfundible acento argentino, más aun rioplatense de Buenos Aires.