Se habla mucho de la capacidad de manipular a la gente a través de la publicidad. Pero la escala de influencia de los anuncios sorprendería a cualquiera. El anillo de compromiso, la imagen de Santa Claus y hasta una cosa tan común como un "coffee-break" son algunas de las numerosas creaciones de la publicidad, que ahora forman una parte inalienable de nuestra vida.
"Un diamante es para siempre"
Es el eslogan de De Beers que logró redefinir el significado del compromiso y, entre otros, ha logrado inspirar una película de James Bond, de Shirley Bassey y de Kanye West.
Para convencer a los consumidores de que necesitaban una piedra preciosa tan cara como los diamantes, la empresa De Beer decidió que la mejor ocasión para regalar un diamante es en el compromiso de novios, y el precio del diamante tendría que equivaler dos sueldos del hombre. Es una regla que todavía se sigue en muchos países.
"Coffee-break"
La gente siempre solía tomarse un café en compañía de amigos o familiares. Pero en los años 50 los estadounidenses de repente empezaron a considerar el café como una bebida algo plebeya y la demanda se redujo. La Pan American Coffee Bureau logró salvar su negocio con la campaña "coffee-break" que explicaba lo útil que es hacer una pausa durante el día de trabajo tanto para los empleados, como para los jefes. Ahora es una cosa que no puede faltar en las oficinas de la mayor parte del mundo.
Santa Claus y la Coca-Cola
En los años 20 la empresa Coca-Cola empezó a publicar en los periódicos los anuncios navideños, donde aparecía un simpático hombre de barba blanca, vestido de rojo. El diseñador se inspiró de la imagen de su amigo. Así apareció la imagen del actual Santa Claus.
La higiene y Listerine
Para entrar en el mercado, la empresa Listerine inventó una nueva enfermedad —"la halitosis"- para sembrar pánico entre los consumidores. Su meta eran las amas de casa, que eran las que más veían televisión. El eslogan de Listerine decía: "A menudo una dama de honor, pero nunca una novia".
Esta frase —además de promocionar la higiene de la boca- ha logrado integrarse como un dicho popular en la cultura anglosajona.
Gillete y la depilación
A principios del siglo 20 se hacían cada vez más populares los vestidos sin manga. La empresa Gillete vio en eso una oportunidad para su negocio. Las campañas explicaban que la nueva cuchilla era perfecta para las mujeres que preferían vestidos abiertos y se cuidaban de los detalles.
