A pesar de los términos escogidos, el Papa, que rechazó las tesis del "gran reemplazo" que sostienen algunos teóricos de la derecha francesa, se mostró confiado en que Europa superará esta crisis y saldrá incluso reforzada de ella.
"¡Cuantas invasiones ha conocido Europa en el curso de su historia! Pero siempre supo superarse, avanzar para reencontrarse consigo misma y mejorar por el intercambio de culturas", explicó.
El papa Francisco defendió el papel de la negociación para la resolución de esta crisis y llamó a refundar el laicismo.
"Vuestro laicismo es incompleto… Es necesario un laicismo sano", afirmó al recordar que "desde un punto de vista cristiano, Francia ha dado numerosos santos, hombres y mujeres de una extraordinaria espiritualidad".
Según los datos de la agencia europea Frontex, más de 1,83 millones de refugiados llegaron a la UE en 2015, una crisis migratoria que la Comisión Europea ha calificado como la peor desde la II Guerra Mundial.